
Hace unos meses cayó en mis manos un libro del que ya había oído hablar, La Magia del Orden, escrito por la japonesa Marie Kondo.
Lo leí de un tirón, primero porque no es muy largo y segundo porque a mí siempre me ha gustado la organización, intentar optimizar los espacios, que las cosas luzcan bonitas, etc, y me sorprendí leyendo “estrategias” que yo ya usaba y también descubriendo nuevos sistemas para tener la casa ordenada. Puedes comprarlo en Amazon haciendo clic en la imagen del libro si te interesa (me llevo una pequeñísima comisión si compras desde ahí, pero sobre todo pongo el enlace para tu comodidad).
En el artículo de hoy me gustaría compartir contigo el «poso» que me quedó de leerlo, algunas de las ideas que aparecen en el libro, otras inspiradas por él, y en definitiva me gustaría recomendarte este libro si quieres poner orden en tu vida a través de poner en orden tu casa.
¡Por eso se llama la magia del orden!
Lo que más me gustó del libro es la filosofía que acompaña a su idea del orden y que yo también comparto ¡y que he comprobado en mí misma! Un entorno ordenado, limpio, bonito, hace que nosotros también nos encontremos equilibrados, contentos y en paz. Dar valor a los objetos por sí mismos, en su justa medida, pero sin que se conviertan en una carga para nosotros, etc.
Te aviso de que este artículo es un poco largo porque este tema me apasiona, y que seguramente escribiré otros artículos más adelante con ejemplos y trucos para llevar a cabo estas ideas.
Mis 10 ideas favoritas de La Magia del Orden
1. Rodéate de cosas que te hagan feliz.
Las cosas de las que nos rodeamos tienen un gran papel en hacernos felices. No guardemos nada por pena, ni porque nos costó mucho dinero en su día, o porque nos lo regaló alguien a quien queremos, o porque es un recuerdo o por cualquier otra razón SI NO NOS HACE FELICES. Si ver (o sufrir) ese objeto cada día no nos da alegría, quizá no lo estamos conservando por las razones adecuadas.
2. Primero desecha, tira, regala… luego guarda y ordena.
Antes de empezar a ordenar, el paso fundamental es deshacernos de todo lo que podamos. Lo que ya no nos sirve porque ha cumplido su función. Por ejemplo, en el caso de la ropa (esos armarios abarrotados) tirar o regalar lo que ya no nos cabe, o nos sienta mal o está completamente pasado de moda.
Este primer paso de ir por las habitaciones haciendo una selección de lo que de verdad queremos y necesitamos conservar y lo que no, es el más costoso, (en tiempo y en energía) pero también es el más gratificante porque al deshacernos de aquello que ya no usamos, podemos disfrutar y apreciar más lo que sí que vamos a conservar.
Si quieres tomarte en serio ordenar tu casa, intenta hacerlo en un periodo de tiempo no muy largo, intenta hacer toda la casa como un proyecto global (no el mismo día, ¡claro!) de manera que si consigues tener toda tu casa ordenada, te será mucho más facil MANTENERLA así. Si hoy ordenas una habitación y ya no empiezas con otra hasta dentro de dos meses, para entonces seguramente la primera habitación ya no siga ordenada.
3. Busca el equilibrio entre conservar y tirar.
Tampoco se trata de volverse loco o de convertirse en un ermitaño con sólo una cuchara y un colchón, por decir algo. En el equilibrio está el éxito. Lo importante es valorar las razones por las que conservamos o tiramos las cosas.
Puede que acumules sin parar porque te aferras al pasado y quieres guardar TODOS los recuerdos… o puedes acumular por incertidumbre ante el futuro y seas esclava del «por si acaso».
Es bonito guardar recuerdos y fotos por ejemplo, igual que estar bien provisto para algunos imprevistos. Pero tú sabes perfectamente cuándo es demasiado. Si no cabe, no cabe. Si ocupa más espacio que el beneficio que proporciona… ¡gana espacio!
También dependerá de las dimensiones de tu casa, sólo que quizá no con el criterio que crees: «Es que tengo mucho desorden porque mi casa es muy pequeña…» No, tienes mucho desorden porque tienes DEMASIADAS cosas para el tamaño que tiene tu casa. Y eso sirve para el armario, etc. Si sólo te caben cinco pantalones en tu armario… ¡ten sólo cinco!
4. Agradece el uso que has dado a los objetos y despídete de ellos con gratitud cuando ya no te sirvan.
A veces guardamos cosas porque nos sentimos culpables si las tiramos. Si fueron un regalo que te hizo alguien que te quiere pero que no te gusta, ya cumplió su función. Recibiste el regalo, pero que no sea ahora una condena. Si no te gusta, líberate. Si fue algo que te costó mucho dinero, intenta venderlo de segunda mano si es posible, y si no, piensa si vale más el espacio que está ocupando ahora mismo.
Me encanta la actitud de desprenderme de las cosas pero dando gracias por «los servicios prestados», claro que sí, fueron útiles en su día, nos acompañaron, y ahora deben ir a otro sitio si ya no los usamos.
5. Si ordenas bien, no tendrás que volver a hacerlo.
Esto es algo que he comprobado personalmente. Yo por ejemplo cambio los muebles de sitio de vez en cuando, pensado esto irá mejor aquí, ahora pruebo asá… hasta que todo hace clic, y cuando ya veo claro cómo encajan los muebles con el espacio y con el uso que le voy a dar, ya no los muevo más. Porque ya no hace falta, ya están en su sitio.
Con el orden pasa un poco igual. Si consigues ordenar tu casa de una manera que tenga sentido con el espacio del que dispones, los objetos que necesitas y el lugar que les asignas, será muy fácil mantener cada cosa en su lugar.
Si estás todo el día ordenando… es que hay algo que no funciona en tu sistema. (¡Yo tengo mucho que mejorar porque me paso la vida ordenando!)
6. Guarda en un mismo lugar los objetos que pertenezcan a la misma categoría.
Como ya os he comentado, yo más que ordenada soy «ordenadora», o sea que estoy todo el día ordenando (bueno, todo el día no, ¡de vez en cuando!) y comprando cajitas y viendo cómo tenerlo todo organizado. Y esto de ordenar por categorías (es decir, las cosas del mismo tipo se guardan en un único sitio de la casa) es algo a lo que yo había llegado después de mucho ordenar.
Sobre todo cuando quieres saber cuánto de algo te queda en casa, etc. El tema de medicinas, material escolar, por ejemplo. A veces acabamos comprando más cosas porque no sabemos ni lo que tenemos en casa y luego van «apareciendo» en el salón, la cocina, etc.
7. Un entorno ordenado, limpio y despejado, transmite alegría , paz y equilibrio.
¿Te afecta el orden? mejor dicho ¿te afecta el desorden? A mí me vuelve loca… y eso no quita para que muchas veces tenga las cosas por enmedio, que una cosa es que me encante el orden y otra cosa es que consiga vivir siempre en un espacio «ordenado».
Lo que quiero decir es que para mí es importante dedicar un esfuerzo para intentar que mi casa tenga menos cosas pero mejor organizadas, menos trastos y más espacio, más cosas que realmente usamos y nos gustan y más momentos relajados y felices.
Si crees que el entorno influye en las personas, te recomiendo que empieces a quitar trastos de tu casa y que empieces a crear «espacios vacíos» llenos de aire. Fliparás con el resultado. ¡Se te ordenan hasta las ideas en la cabeza!
8. Las cosas que no necesitas no sólo ocupan sitio en tu casa, también en tu cabeza.
¿Tienes algún armario, o habitación en casa que es una auténtica leonera? Empieza por ahí. Y si tienes un trastero o garaje ya ni te cuento, sólo te hago una pregunta ¿sabrías decir ahora mismo todo lo que tienes ahí guardado? ¿Desde cuándo no usas aquello que guardaste hace años? Si no sabes ni que lo tienes, tampoco lo usarás.
Y si estás todo el día pensando, esto lo tengo que ordenar, esto lo tengo que tirar, esto no sé dónde ponerlo… ponte cuanto antes porque no sólo te ocupa sitio en casa ¡también te ocupa sitio en la lista tareas de la cabeza! ¡A tachar!
9. Dar un lugar a cada cosa es darle un hogar a cada cosa.
El tema del material escolar lo (medio) solucioné este año cuando decidí que en un mueble del salón iban a «vivir» todos los bolis, lápices, rotuladores, gomas, etc de TODA la casa. Me explico, mi hijo tiene su escritorio y yo el mío y luego también tenemos bolis en la cocina por si hay que anotar algo, más luego los bolis, lápices, etc que «aparecen» en el salón, o en cualquier otro sitio.
Lo que hice fue hacer una batida por toda la casa y reunir todo el material escolar que teníamos (¡podría haber montado una papelería porque al estar en varias habitaciones no sabía ni lo que tenía!). Luego dediqué unas cajitas en un mueble del salón donde puse los rotus juntos, los lápices juntos, las gomas y los sacapuntas juntos, etc, etc.
Eso no va a evitar que cada uno tenga en su escritorio el material que necesite en cada momento, pero cuando «aparece» algún boli, etc por la casa, ya tiene un lugar asignado y es muy fácil devolverlo a su sitio.
Lo que quiero decir es que muchas veces no tenemos las cosas ordenadas porque cuesta más trabajo PENSAR DÓNDE LO PONGO que guardarlo y ya está. Hay que hacer ese trabajo primero. Piensa dónde van a vivir las cosas en tu casa.
10. Lo más lujoso de tu casa será el espacio.
Tenemos demasiado. Hay que tirar, dar, regalar y reducir «cosas» para ganar espacio, paz y armonía.
Había un anuncio hace poco que decía ¿y si el verdadero lujo fuera el espacio?
Yo desde luego no tengo duda. Para mí uno de los lujos de esta vida es el espacio. (El otro es el TIEMPO). No sólo tener metros cuadrados, sino tener espacios que te permitan realizar actividades sin molestar al que tengas al lado, que permitan la convivencia y que te permitan «fluir» en ellos.
No podemos hacer mucho por cambiar los metros cuadrados que tenemos en casa (¿mudarnos?), pero muchas veces, a casa más grande, más trastos para guardar.
Sí qué podemos DECIDIR qué queremos guardar, de qué cosas queremos rodearnos, si vale más nuestro espacio o las cosas que acumulamos, etc, etc.
Te animo a hacer la prueba. ¿Crees que puedes sacar HOY una bolsa de basura con cosas que tienes en casa que van a estar mejor FUERA QUE DENTRO? ¿Te sientes mejor?
Muchas gracias por leerme hasta aquí, espero que te haya interesado el tema y que te haya hecho pensar un poquito,
Un abrazo,
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me encantan tus comentarios, lo llevaré a cabo empezaré por regalar y tienes mucha razón no se ni lo que tengo mucho menos se cuando lo voy a usar.
mil gracias por tus consejos!!!! manos a la obra!!!!
Hola Laura,
Me alegro un montón que te haya gustado y que te parezca útil para ponerlo en práctica. A mí también me impactó, aprender a valorar más la selección que la acumulación. Y se siente una libertad enorme cuando te das cuenta de que en realidad no necesitamos tantas cosas, sino el tiempo y la atención para poder disfrutar de ellas y de las personas que tenemos cerca,
Un saludo,
Cristina
Gracias!?
Gracias Adriana, me alegro de que te parezca útil,
Un saludo,
Cristina
Me encantó lo leí todo… intentaré tomar tus tips, saludos!
Hola Siria,
¡Qué bien que te haya gustado! Siempre hay algo que podemos mejorar, sobre todo es darnos cuenta de que podemos hacerlo, de que es mejor tener «menos pero mejor», y de que el espacio vacío cuenta como un valor en sí mismo.
Un abrazo y ánimo con el orden!
Cristina
Hola, lei ese libro y me parecio muy acertado. Siempre fui de tirar, me cuesta la parte de ordenar. A eso voy. Excelente resumen!
Muchas gracias Viviana,
Lo bueno es que cuando tiras todo lo que de verdad no necesitas, tienes mucho menos que ordenar! Ánimo, espero que te quede genial!
Un saludo,
Cristina
Me encantó. Soy una desordenada y no sé cómo resolverlo. Muy buenas sugerencias. Gracias
Hola Flor,
Muchas gracias por tu comentario, me alegro de que este post pueda ayudarte con el orden. Las cosas deberían ser algo que nos acompañan y nos ayudan y no algo que nos bloquea y agobia. ¡Menos siempre es más!
Un abrazo y ánimo, ¡que se puede conseguir!
Cristina
Soy de una familia de acumuladores mi abuelita, mis tías y mi mamá son las personas más acumuladoras que conozco y yo quiero deshacerme de esa herencia y lo intento aunque es muy difícil después de crecer con ellas jajaja y además de eso soy súper desordenada, desordeno una habitación en 5 minutos pero lo odio así que estoy luchando contra mis demonios XD.
Espero poder poner en práctica todo lo que mencionas y leer el libro. Después te cuento cómo me fue. Bye
Gracias Guadalupe por tu comentario. Es verdad que hay generaciones más «acumuladoras» que otras, sobre todo las que han vivido más carestías por crisis o guerras, etc. Cuando pueden, acumulan y guardan «por si acaso», y eso normalmente se aprende y se hereda también.
Lo importante es cuando nos damos cuenta de que debemos ser nosotros los que poseamos los objetos necesarios y les demos el uso y disfrute correspondiente, y no que seamos nosotros los «poseídos» por tantas y tantas cosas que requieren nuestra atención y cuidado y nos esclavizan más que ayudan.
Un abrazo,
Cristina
Me encanta toda esta información que fielmente creo, pero que pasa cuando intentas mantener el orden y que todo tenga un lugar pero los que viven contigo, no cooperan, para mí es un estrés constante y siento que cada día lejos de que ellos sean más ordenados, yo me vuelvo desorganizada. Ayuda!
Te entiendo perfectamente Dan. Y además, si ven que tú lo ordenas todo, seguirán dejándolo todo por en medio porque ya saben que luego te encargas tú.
Intenta empezar por los espacios que sean sólo tuyos, si tienes tu propia habitación, o tu armario o tus cajones.
Esto es algo que hasta que no se ve y se interioriza no se puede imponer a los demás. Es una guerra perdida que sólo te llevará a cansarte y dejar de hacerlo tú. Cambia sólo lo que esté en tu mano, y deja que los demás decidan si quieren seguir tu ejemplo o no.
Ánimo, y un poquito cada día. Y a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, que un poco de desorden tampoco tiene que volvernos locos… (ayy, a veces sí, ja ja ja)
Un abrazo,
Cristina
Siiiii lo haré, me gusta la idea.
Mil gracias
Si tienes razon los otros se apoyan en uno. Hay q emprzar por niestrss cosas personales.
Gracias Dan, me alegro mucho,
un saludo,
Cristina
Hola Cristina.
Me leíste el pensamiento, no hago mas q pensar q me sobran cosas, q me paso la vida ordenando y estoy en un punto q quiero disfrutar con mis peques y no tanto limpiar, pero la verdad q no se ni por donde empezar ya q con una mano tiro y con la otra guardo por si …..
Leerte me recalca q tengo q quitar y quitar y mi casa al ser grande almaceno mas y mas.
Un beso
Hola María,
Te entiendo porque a mí me pasó al mudarme a una casa más grande. En vez de haber hecho «limpieza de trastos» antes de mudarme, lo llevé todo en la mudanza, pensando que ya lo haría allí.
Y cuánto más grande es el espacio, más sitio tienes para llenarlo de cosas.
Yo hago una cosa y es que tengo una caja donde meto cosas que creo que no voy a usar. Si pasa un cierto tiempo, unos meses incluso, y veo que efectivamente no las he usado, me deshago de ellas. Tienes que valorar qué vale más, el espacio y el esfuerzo de mantenerlas en casa «por si acaso» o lo que te costará volver a comprarlas el día que supuestamente te vuelvan a hacer falta.
Espero haberte ayudado, y ánimo!
Un abrazo,
Cristina
Recien lo entiendo, vivir una infancia de carestia, me ha hecho una persona acumuladora y por ende desordenada, los amigos comentan que si me pagaran por mi desorden sería millonaria, pero no descanso en corregir este defecto, gracias por compartir su experiencia.
Sí Magda, al final tener «espacio» es el verdadero lujo, y una vez que tenemos cubiertas las necesidades básicas, todo lo que vamos acumulando sin una razón, sólo por si acaso, nos va aplastando en vez de ayudarnos,
Muchas gracias por compartir tu experiencia, todo es un proceso y se va consiguiendo poco a poco, lo importante es darse cuenta.
un saludo,
Cristina
soy un acumulador de objetos, en mi familia no hay otros como yo, me cuesta desprenderme de los objetos, siento esas cosas como parte de mi vida, el sólo pensar en dejar ir me duele, quisiera espacio pero no me atrevo
Hola Carmen,
Es que justamente se trata de eso, les adjudicamos a los objetos un «valor extra» que de por sí no tienen, y cuando son demasiados, en vez de ser un beneficio para nosotros, se convierten en una carga que hay que cuidar, organizar, guardar, etc.
Puedes hacer la prueba de «retirar de la vista» y poner en una caja varios objetos que lleves tiempo sin usar. Si al cabo de unos meses tampoco te han hecho falta, verás que los has tenido en una caja sin verlos, sin usarlos, sin que te produzcan ningún beneficio, y quizá entonces te sea más fácil desprenderte de ellos,
Te animo a que lo intentes. Acumular por acumular sólo produce angustia, no placer.
Un abrazo,
Cristina
Hola Cristina! Excelente y «duro» artículo. Cuanta verdad en tus palabras. Ni una oración desperdiciada. Pero como la mayoría de los comentarios lo dicen… es tan difícil el objetivo, mas no imposible!!
Esto se trata de voluntad y decisión! Y si me permitís una sugerencia… muchas veces sola es imposible, porque somo nuestra única traba. Llamar a una amiga/o … hermana/o .. y que él/ella te digan… «decile chau!» hace las cosas más fáciles y motivadoras.
Saludos desde Argentina
Muchas gracias Cecilia por tu comentario. Tienes razón con lo de que hace falta ayuda de los que nos rodean, no sólo para que nos animen a nosotras, sino para que también se unan a esta filosofía, sobre todo si compartimos la misma vivienda, es difícil llevarlo a cabo si unos están de acuerdo y otros no.
Pero siempre podemos hacer algo, aunque sea dar ejemplo y tener nuestras cosas ordenadas y reducidas al mínimo, para que seamos nosotras las que «poseamos» las cosas, y no al revés,
Un saludo,
Cristina
Hola! Me considero organizadora, como tu, pero siempre concluía que algo estaba incompleto! Mary Kondo y tu me han ayudado a entender qué pasa! A partir de ahora, No sólo será organizar sino hacerlo en el orden correcto y sobre todo, dejar ir los regalos sentimentales que ya no son bonitos, útiles o que quizá de verdad nunca me gustaron! La de espacio que tendré!!! Saludos desde México y Gracias!!!
Hola Maggie, qué alegría me da tu comentario, de ver que te ha ayudado lo que comparto aquí. Para mí también fue todo un descubrimiento y también una liberación. El espacio es el verdadero lujo, y acumular por acumular sólo produce más trabajo!
Muchas gracias por compartir aquí tu experiencia,
Un saludo,
Cristina
Muchas gracias por tus consejos !! Me gustaron mucho !! Espero poder recibir más , me gusta el orden para ser feliz !!! Un beso
Me alegro mucho Vero! Muchas gracias por decírmelo, espero que te siga gustando lo que publico,
Un saludo,
Cristina
Hola! Leí el libro apenas salió al mercado y no lo volví a leer… así que me gustó el resumen que hiciste! Me refrescó algunos puntos que no recordaba.
Yo soy ordenada, pero me cuesta mucho mantener el orden en una casa donde convivo con otros integrantes de la familia, totalmente desordenados. Les trato de mostrar los beneficios del orden, pero realmente me cuesta bastante.
Ahora comencé con el
Minimalismo. No sabía que existía este «movimiento». Encontré en Netflix de casualidad un video, y me sentí reflejada. A demás saqué de ahí otras ideas.
Gracias por tu artículo!
Daniela
Daniela muchas gracias por tu comentario,
es cierto que cuando uno «abre los ojos» ya no hay vuelta atrás, pero es complicado hacer que en tu familia todos abran los ojos «a la vez», por lo menos a mí me pasa así!
Lo genial es que lo hayas descubierto, así como el minimalismo (que no significa vivir como un ermitaño), y rodearnos de cosas bellas y útiles y desechar lo superfluo. No sólo en cosas materiales, sino también en personas o situaciones que «sobran» en nuestra vida cuando no nos aportan nada bueno. Es una libertad que cuesta conquistar, pero que nos ayuda a ser conscientes de lo poco que de verdad necesitamos para ser felices!
Un abrazo,
Cristina
Hola Cristina me encanta tu blog, de casualidad te he encontrado y me lo he leído de un tirón y eso que no es corto!. Soy tremendamente ordenada aunque convivo con tres (mi marido y mis dos hijos varones) que me vuelven loca pues no lo son, sobre todo los chicos pues a mi marido y tras 26 años juntos, lo estoy «reconvirtiendo». Je je. Mira, yo tengo una premisa en casa (ya que es pequeña y odio los armarios atestados) : cuando compro algo de ropa, o zapatos ya sea para mi o para mis chicos, antes de entrar en el armario, tiene que salir algo de su misma categoría,; si es una blusa pues sale una blusa, si es un abrigo pues a decidir si cual es el que me pongo menos y lo dono a la Parroquia o lo regalo a una amiga…. Ese es mi lema aunque a veces cuesta decidir de cuál te desprendes!. Mis amigas se ríen de mi método y mis hijos lo odian, pero mis armarios están perfectos y con solo una prenda por percha para ver todo lo que tengo nada más abrirlo. Lo que no me gusta o no me he puesto en uno o dos años, lo «dono al universo» … Y voilá, viva el orden ! .
Querida Marina,
Mil gracias por tu comentario y perdona que haya tardado tanto en contestar, me encanta todo lo que me cuentas! Yo también vivo con dos chicos, y me pasa mucho como a ti. Esto del orden y de reducir «cosas» en general, para que no nos «posean», es un proceso personal, y cada uno lo lleva a su ritmo. Es difícil que todos en una casa lo vivan de la misma forma, pero es importante «plantar» la semilla y por lo menos enseñar que hay otras opciones a comprar, acumular y no tirar.
Yo con la ropa procuro hacer como tú, si algo entra, algo tiene que salir, de hecho aprovecho para volver a ordenar los armarios, porque a veces aparecen «tesoros»!!! Con la ropa no me importa no comprar, lo que llevo peor en con los rotuladores, pinturas, etc… ahí sí que me confieso acumuladora y coleccionista ¡me encantan! Pero eso sí, luego organizados en sus cajitas, o por tipos, etc.
La cuestión es ser conscientes de qué guardamos y qué no, de por qué y para qué adquirimos las cosas, si nos van a hacer felices o si van a suponer una carga más para gestionar en nuestra vida.
¡La vida simple es más bella!
Un abrazo y mil gracias por seguirme!
Cristina
Me llena de energía que existan personas como tuuuu !!!! me identifico totalmente contigo y me encanta leerte !!! desde ahora soy tu fan !!! gracias por compartir !!!
Hola Anna, muchísimas a gracias a ti por dejar tu comentario y hacerme saber que te gusta y que te sirve lo que publico, ¡me animas a seguir compartiendo contenido con vosotras!
Un abrazo,
Cristina
Me encanta Marie Kondo y me encantas tu!!!!
Muchísimas gracias Beatriz, me alegro de que te haya gustado este artículo. Para mí fue todo un descubrimiento encontrar la paz a través del orden y de dejar ir lo superfluo de la vida, sea material o no,
Un saludo y muchas gracias por tu apoyo!
Cristina